Quiero vivir la vida, pero de verdad.

Voy a realizar un cambio radical en mi vida. Voy a dejar de depender de una persona para que mi humor se venga arriba o se venga abajo. No creo ya en los príncipes azules, es más no existen, pues el hombre perfecto no está en ningún lado, ya que el ser humano es imperfecto por naturaleza. No pienso derramar ni una lágrima más por algo que no lo merece, es más no es mi estilo llorar. Ya he pasado bastante en mi breve vida como para saber por lo que se debe llorar y por lo que no. Ni siquiera me apetece buscar esa persona especial que te ate de por vida. Simplemente voy a vivir la vida, esperar con los brazos abiertos todo lo que la vida tenga preparado para mi, que es bueno bien, y si es malo intentaré darle la vuelta para que sea menos malo. La felicidad depende de saber darle la vuelta a las cosas, y de saber encajar los acontecimientos en puzzles que hacen a lo bueno muchisimo mejor  y a lo malo menos malo. Consiste en un cambio de mentalidad, dejar de buscar algo que no sabemos donde está, si está o no para nosotros, o si sencillamente nunca tendremos eso. Soy de las que creen que el destino está escrito y que, por ejemplo, si tienes que encontrar a esa persona la encontraras comprando el pan, en una discoteca, o en tu casa y que sea el técnico del gas natural. Por ello, desde mi humilde punto de vista, aconsejo a esas personas que busquen su media naranja, que sean pacientes, y que no se cierren a una unica persona porque quien sabe quien acercará la vida a tu lado. Se trata de disfrutar, de conocer personas, de probar, de investigar, y no de sentarte en un sofá y amargarte porque esa persona no llega, o porque no ligas lo suficiente. Bajo mi punto de vista, eso no va a hacer que esa persona llegue antes, lo único que consigues es hacerte daño a ti mismo y que tu autoestima se ponga a un nivel de bajo cero. Quiérete, disfruta de quien tienes a tu lado, y si no has encontrado a esa persona especial, no tengas miedo, a todo el mundo le llega, y por si no te llega disfruta de la vida al menos, que es muy bonita.